viernes, 23 de agosto de 2013

HIPOCLORITO

HIPOCLORITO
            Lo conocí una vez chateando, se llamaba Héctor, cuando se dirigía a nuestra cita, lo reconocí inmediatamente, solía usar unas camisas blancas cuadriculadas, su cuerpo aunque no era musculoso, se le veía bien con una ropa ceñida, vestía un pantalón blanco, yo detesto la ropa blanca, no me puedo poner ropa blanca porque me dura unos segundos de limpia, pero a Héctor le quedaba bonito, ese pantalón blanco de marcaba una cintura delgada, un bonito culo que aunque no prominente, pero respetable. Un bulto a la altura del cierre del pantalón que ya me imaginé en primera, sería un pene duro y venoso… solo al verlo me hice de la idea que sería un “buen polvo”…
            Esas camisitas en blanco cuadriculadas me parecían algo desfasada de moda, pero le quedaba lindo, era algo lunarejo, un trigueño claro, un peinado con raya al costado, algo de cabello ondeado,  me causaba la imagen de un niñito decente, un chico inteligente y nada desbaratado ni avezado. Sus manos delgadas y suavecitas, cuando yo acostumbrado a saludar manos sudorosas, callosas, ásperas, sus brazos con pocos vellos, no eran corpulentas, pero si fibrosas, ósea con la musculación suficiente como para que me imagine alguien con cierta fuerza. No era un rostro de tipo normal, ni bello ni feo, unos labios algo carnosos, chiquitos y cuando los probé uno de los mejores besadores que he tenido.
            Lo llevé a mi trabajo a comer algo, tomamos unas cuantas cervezas, y charlamos desde las ocho de la noche hasta la madrugada, yo borracho de amor no me cansaba de escucharlo, era del típico chico inteligente, que se leyó todos los libros de su universidad, quizás el más aplicado de la clase y por supuesto el más responsable, aunque salido del clóset no hacía mucho, y uno que otro amante improvisado en la universidad, donde tuvo una juventud con algo de represión. Hoy ya trabajaba para un laboratorio de química o algo así estatal.
Él había estudiado para laboratorista, charlamos de todo, de nuestras experiencias sexuales cuando chicos, de nuestras desventuras, de religión, /sé decía ateo / , charlamos de economía, de política, de salud, de petróleo, de medicamentos , de comidas, de todo!!
También   -- Me contó  que había participado en un grupo político organizado de su universidad, contra la dictadura de Fujimori--- Después que me contó eso, yo quedé completamente prendado de su forma de ser, no había tema que no dominase, normalmente suelo conocer personas relativamente descerebradas y mediocres con las que no puedo entablar una charla de tipo intelectual y crítica contundente , además de charlas en donde me hiciera mejorar mis argumentos, mis puntos de vista, conocimientos que  me hagan superar  y me enseñe un poco más.
Mi margen es que uno de cada 20 son realmente interesantes, inteligentes, con una sapiencia a “prueba de balas”, un sentido crítico de lujo y con una visión de ver la vida distinta, sin prejuicios, abiertos, en fin…
Tengo la desventura de conocer solo tipos que son casos clínicos psiquiátricos ambulantes, Mariquitas amaneradas que se sienten mujer en la cama, maricones caletas depresivos y que se sienten mal por ser maricones, maricones que son maricas para afrontar la vida, gays traumados, gays closets, pseudo- bisexuales que algún día piensan en que serán felices cuando se casen y tengan un hogar, hombres aparentemente heterosexuales que bien les agrada que les hiciera un beso negro, o que  me piden  chupar el pene o que me los coja y que luego de eyacular me ruegan que no le contase a nadie lo que habíamos hecho, y que si nos cruzásemos por la calle hiciera  como que no nos conocemos… jajaja, para lo que me importan /suelo pensar/. Etc.
Me ha tocado llevar a mi cama todo un bagaje de especímenes bien raros y casos psicológicos que tendría una libro de 600 páginas,….sí, de 600, de esos que apenas los vez y te preguntas si lograrás terminar de leerlo….. De esos.
Pero este chico llamado Héctor, era todo lo que yo buscaba en la vida, mientras me hablaba por ratos y yo medio mareado por el licor y extasiado por su diatriba, mientras le veía mover esos lindos labios “carnocitos” que parecían que estuvieran pintados, porque paraban mojaditos de saliva y brillaban con la luz blanca del salón donde nos encontrábamos solos, a veces cogiéndonos de la mano y uno que otro beso travieso que nos robábamos para sentirnos bien.
Quizás de las pocas veces en que he sentido que la cama no era importante con alguien, quizás de las pocas veces que hubiera podido sentirme con las ganas de charlar y charlar durante horas y días quizás sin fatigarme, desconectarme de la realidad, e intentar acaparar todo ese conocimiento que Héctor tenia, intentar entrar en su cerebro , en sentir como piensa, sus conclusiones, sus teorías , …… me sentía capaz de leerme toda la cantidad de literatura sobre química, física , biología que él habría leído y estaba con la plena seguridad de poder entenderla.
En fin!!... si hubiera querido, pude haberme enamorado en ese preciso momento. Y decir que sí creo en  el amor a primera vista….si existe, -------que Yo estaba equivocado----, que la realidad supera a la ficción…qué amo al Papa Juan Pablo II, que soy decente, que soy puro, hasta pude haber dejado de ser promiscuo, pude haberle dicho TE AMO en ese preciso instante, …… pude haber dicho todo eso y quizás hasta más…… pero…
Nos tomamos de la mano, supongo que serían las 4 de la madrugada, sabía que tenía que trabajar como siempre más tarde, pero no importaba, mi invitado y yo queríamos satisfacernos, queríamos hacer el amor, quería entregarme a él y que él se entregue a mí. Aunque me dijo que era activo, no me importaba si me resultaba como me suelen resultar las decenas de activos con los que me acuesto, ósea la mayoría muchas veces más pasivos que yo.!!!
Cuando entramos a mi habitación, nos besamos, nos besamos apasionadamente, me decía: “me gustas gordito”, “eres mejor de lo que yo esperaba encontrar esta noche”…estas lindo, estas cachetón… y cogía mis cachetes con cierta dulzura y fuerza que me hacía sentir bien, me hacía sentir importante, me hacía sentir feliz.
Tú Héctor, eres lo que yo buscaba, lindo, guapo…/bueno: No hay activo feo…solo falta trago/, eres inteligente, no he tenido esta charla en mucho, mucho tiempo, y me fascina como piensas, como ha sido tu vida, y creo que esto no es casual… esto es la “causa de un efecto”, y el efecto es que nos veremos por mucho tiempo y aunque no me hago ilusiones en el primer momento, siento que tienes algo que me atrae, me atrae mucho hacía ti… como si te conociera de otra vida....
---y en eso empezamos a reírnos----
Me respondió: ----quizás Enrique, quizás eso es posible, es perfectamente posible, actualmente la ciencia física y la física cuántica supone que eso podría ser perfectamente  viable, si se logra probar la existencia de los universos paralelos u universos alternos y se descubre la existencia de ciertas energías o campos energéticos que son teóricos aún, la ciencia no se atreve a descartarlas de plano, además….
Shhhhhhhhhhhhhhhhht!! ---Le hice un  silbido de silencio suave y pausado …..
----Le puse 2 deditos en sus labios y le dije: Basta!!.. No sigas… suficiente por hoy ----
Aun besándonos, y abrazándonos con fuerza, le quité su camisa, y él me sacó  mi polo, le desabroché su jean blanco, y yo me desabroché mi jean, podíamos sentir nuestros bultos rosándose, nos cogíamos las nalgas, encima y por adentro de nuestros aun pantalones puestos, su torso era como me imaginaba, delgado, durito, todo durito, sus tetillas marroncitas tirando para negras, tenía varias pecas y alguno que otro lunar relativamente grandecitos, le cogía de una mejilla y lo apretujaba contra mis labios, le metía la lengua hasta el fondo, sentía que le gustaba, le lamías las orejas, muy suavemente teniendo cuidado no respirar dentro de su oído para no matar la pasión, me besaba el cuello, le cogía su denso cabello, se lo desordenaba, y él se reía, en un momento me dijo: ¿ME PONDRAS CABELLO DE LOCO?, jajajajaja, ambos nos reímos, ambos gozábamos el momento.
Justo cuando me disponía a bajarle el pantalón, me detuvo en seco y me dijo:
Espera Enrique, tengo que decirte algo, no quiero que llevemos esto más lejos y luego nos desilusionemos, …
---- ¿qué pasa papi?---le pregunté. Ya en sobresalto!!
---Mira si eres pasivo? No me importa bebé… Yo a ti te aguanto todo…
…Él se rió, jejejejejeje, no, no es eso, soy activo como te dije,. Solo que hay un “pequeño detalle”---
---Pero ¿qué papi?..¿Si tienes sida?, Mira  normal, lo podremos manejar.
No Enrique, yo estoy sano--- me respondió.
Mira Enrique, Yo como te conté tuve una pareja y aunque nos llevamos bien, pero realmente nuestra relación y terminamos por un motivo que debo confesarte antes de ir más lejos.
Mi pene es de 11 centímetros, es duro, me meneo bien, pero es pequeño, si tú no tienes problemas con eso?,…me gustaría que nos veamos más seguido, y quién sabe algo más…tú me entiendes?...¿verdad?.
Lo miré a los ojos, nunca me imaginé una “confesión de esas”…. Pero era algo que definitivamente desde un primer momento sabía que no podría manejar. Puedo ser muy tolerante y no sería el primer pene más chico que el mío que me ha tocado.
 El mío es de unos 14cms. y cuando estoy bien excitado llega a los 15cms, sé que no es muy grande, No es tan delgado, pero supongo que estoy en el promedio. Al menos es lo que he podido ver en mis más de 2,000 horas /cama que   haciendo cálculos grosso modo he tenido hasta ahora en mi vida.
Algunos dirán que soy “chipi”… bueno que miérda!!... soy honesto, seguro de mí mismo, con una buena autoestima y no me hago paltas por nada!!!. Obviamente que me hubiera gustado tenerlo más grande, pero bueno la vida es así y hay que aprender a sentirse bien con lo que uno tiene.
---No me importa bebe--- quiero tenerte desnudo a mi lado, anda vamos, ---le dije---
/Ya estaba ahí, que querían que hiciera?.../
 /Sí. Te hablo a ti, al que estás leyendo esto, y quizás ya te reíste de esta BANAL  y TRISTE  HISTORIA./
Lo que siguió fue que nos desnudamos, nos tocamos todo, sus testículos también no eran muy grandes, creo que la genética le hizo una mala pasada a este amor efímero que resultó Héctor. Yo me sentía  “pingón” a su lado, me bastaba una mano y casi ningún movimiento para coger su miembro erecto, que ahora dudo que si quiera llegase a los 11 centímetros que me prometió.
Eso sí, era bien duro, venoso como me imaginé apenas lo vi acercándose a mí en la calle. Sus vellos púbicos pequeños, bien esponjosos, y poco dispersos alrededor de su sexo,---- eso sí----, un cuerpo hermoso, su abdomen duro y marcado, su culo impresionablemente duro, con algunos vellos suaves y finos alrededor, sus miembros eran fibrosos, aunque sus músculos no eran desarrollados completamente, se dejaban apreciar.. Era justo  como me lo imaginé, una pierna más gruesa de lo que me esperaba, de no ser por ese “pequeño detalle” todo lo demás era proporcional, bien cuidado y bueno.
Me dijo para penetrarme,…….a mí  la verdad se me había pasado toda la borrachera en ese momento,…..le dije si quería que lo penetrase, me dijo que no, un rotundo NO!
Él era activo y no deseaba ser mancillado, le pregunté si antes ya lo habían intentado penetrar, y me dijo que sí, pero que le dolió demasiado y que no deseaba intentarlo nuevamente, además que estaba completamente seguro que sentía placer metiendo su pene en un culo gordo, grande y de un machito varonil como yo.
Me preguntó que le sea honesto, que le dijese si el tamaño de su pene me cortaba la inspiración.
Le dije: Bueno papi, habrá que probar!!...
Dentro de mí aun había una pequeña luz de esperanza, de sentir placer, me recordaba a mí mismo que la  glándula prostática estaba a solo unos pocos centímetros de mi ano, así que quizás, sí Héctor se meneaba bien como me dijo, me estimularía toda la maraña de nervios que existen alrededor y que dan placer en la penetración anal, supuse que había la posibilidad de poder estar bien estimulado a la hora de  que la tenga adentro… si, hacia mis cálculos para la hora del sexo.
Quizás eso me distraía un poco, pero sentía que debía hacerlo, llegué a la conclusión que  no habría problema, además su pequeño amiguito estaba “durísimo”, eso era bueno..
Además que tiene de malo?, recordé  que  tuve que lidiar  alguna vez  con un pene enorme de unos 25cm creo yo, que no logró satisfacerme , ……..porque el dolor que se espera en una penetración anal, superó la estimulación prostática que pudiese sentir, así que cuándo esos valores /placer y dolor/ que deben ir juntos cuando se trata de este tipo de coitos  son desproporcionados, ósea más dolor que placer, entonces desde mi humilde experiencia siento que  “se pierde el chiste del polvo”.
Cuando me la metió, realmente apenas si sentí un pequeño intruso en mis esfínteres, intenté acomodarme en la posición de perrito en la que estábamos afín de poder comérmela toda, pero me resultaba realmente difícil poder tener cierto control y movimiento de mi parte, cuando intentaba moverme “más de la cuenta”, su pene se salía, así que después de 3 intentos fallidos, no me moví más y fui completamente pasivo para que él, decidí que él solo dominaría la situación.
Mientras me penetraba y me decía cosas dulces como “si bebe, eres lindo”, “me gustas mucho gordito”. Yo solo respondía como un actor de película porno barata, oh yeah! Oh si, sigue amor, sigue papi..
Pero la verdad, era que no sentía nada, intenté infructuosamente poder sentir ese palito mondadientes dentro de mi ano, acomodándome una y otra vez suavemente afín de poder “sentir la arremetida que me venía dando”.. Pero nada.
Me sentía frustrado, así que decidí que terminará él y yo bueno, me resultada complicado auto – estimularme como suelo hacerlo, ya que no logré la concentración suficiente para el sexo aquella vez.
Incluso me decía en su éxtasis cosas como: “ si amorcito, ¿te gusta?”, “¿sientes mi pincho?” ,”¿me sientes dentro de ti?... esas frasecitas que ahora me causan cierta risa, en aquel momento me distraían mucho más, pero no podía lastimarlo, no era justo, ni para mí, ni para él.
Terminó, eyaculó dentro del preservativo, y descansamos, desnudos en mi cama, sentía que no podía manejar esa situación, quizás si sería otra  persona que no me importaría tanto,…… pero era él, “el chico perfecto” del que hubiera querido volver a verlo, una y otra vez…considero que  el sexo es importante en una relación amorosa, No lo es todo claro, pero si es muy  importante.
Desnudos en la cama, pensaba mientras hablábamos como podría superar eso?, como podría suponer que no pasaba nada, que todo era perfecto,  pero no, ……mientras más lo pensaba, me resultaba cada vez más difícil. Llegué a la conclusión que soy un gay superficial en muchos aspectos y egoísta además, ya que no me planteé en algún momento siquiera superar ese tema de un pene demasiado pequeño. Simplemente NO PUEDO.
Aún despiertos, empezó a hacer lo que mejor sabía, empezó a distraerme con esa gran cultura que poseía y que me cautivó horas antes, hablar de sus múltiples conocimientos, simplemente era lo más rico de él.
Recuerdo que mientras hacía hora para que llegase mi hora de trabajo y sacarlo de mi cama y de mi vida, empezamos a conversar acerca de su trabajo, y por un alguna razón que no recuerdo tocamos el tema del SEMEN, y me concluyó que el semen tenía ese olor a legía característico por uno de sus componentes llamado hipoclorito,  y que de manera natural el semen debe de tener ese componente para barrer las micro bacterias y las defensas de las vaginas que al ser biológicamente más expuesta hacía el exterior , está mucho más propensa a infecciones o microorganismos que pueden invadirla. Además el hipoclorito ayudaba obviamente a los espermatozoides a llegar a su destino.
Pasaron los días  y las semanas, recuerdo que me llamó 2 veces para volver a vernos, pero puse excusas, no tenía la menor intención de volver a  verlo, después de eso no me volvió a llamar.
Luego de algunos meses y hurgando en mis anotaciones donde tenía teléfonos y nombres de mis amiguitos cariñosos  y ex puntos encontré un correo electrónico, nombre y teléfono, de un “tal Héctor”, cuando llamé por celular  para saber de quién se trataba, (yo la verdad no lo recordaba por nada. Además de ser algo desordenado en mis apuntes y una memoria prodigiosamente corta).
Me dijo: ¿“cómo, no me recuerdas”?--- Soy Héctor, el laboratorista, Ingrato, recién me llamas.
Le insistí: ¿“quién”?... tomamos juntos en tu negocio, luego nos fuimos a tu cama, en tu “depa”, en tu 2do. Piso…..
----- bah!! …. ¿Recuerdas la charla del hipoclorito en el semen?
----- Colgué inmediatamente!!!






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