sábado, 10 de agosto de 2013

AMERICAN AIR LINES , EL  9/11…. Y DOS ALMAS GEMELAS.
            Era el año de 1996, yo me encontraba trabajando  de mozo en un Hotel 5 estrellas en Miraflores, trabajamos en horarios rotativos y cambiábamos a cada mes a veces de 07:00 am a 3:30pm, otras de 3:00pm a 11:30pm u otras veces de amanecida, que iban desde las 11pm hasta las 07:00 am del día siguiente.
            Ese mes recuerdo que me tocaba trabajar de amanecida, Un compañero y yo nos encargábamos de avanzar el trabajo para el personal del turno siguiente, no era un trabajo excesivo, pero era una forma de mantenernos despiertos afín de pasar la noche y la madrugada apenas con la bulla de la cocina que se encontraba con poco personal y en  limpieza y avance de sus rutinas, o quizás alistando  las cosas a prepararse hacia el día siguiente para los desayunos, almuerzos, cenas o quizás eventos importantes que suscitaban como bufetes ricos y abundantes.
            Nuestra labor era atender la central telefónica para los pasajeros o huéspedes que recién llegaban al hotel y por la diferencia de horarios aun no sentían la noche o la madrugada, y eso era hasta que se aclimate su reloj biológico al horario del Perú.
            Teníamos como clientes fijos a la tripulación de la Aerolínea Aérea AMERICAN AIR LINES,  su tripulación llegaba a nuestro país y hasta que vuelvan a salir de nuevo quizás solía pasar unas 24 horas, tiempo que aprovechaban ellos para poder dormir normalmente durante el día. A ese grupo de pasajeros se les habilitaba un piso completo, ya que la idea era que no tuvieran el menor ruido posible mientras ellos dormitaban durante el día.
            Cierto día atendí una llamada en nuestro cuartito pequeño de recepción de llamadas de lo que era el ROOM SERVICE, era ahí  donde se tomaban las ordenes e inmediatamente la preparábamos. Yo podía ver por el computador como se llamaba el pasajero, y en que habitación se encontraba además de otros datos como la empresa a la que representaba, tiempo de llegada (Check In) o el de salida (Check Out), etc.
 Una voz fuerte y varonil me dijo:
Buenos días: Solicito un Sándwich doble, jugo de papaya con naranja, café americano descafeinado para la habitación 906...por favor.
--Yo le respondí---: Buenos días Sr. Carlos Torres, ¿algo más que se le ofrezca?
--- No,  eso es todo--- Enseguida marcho su orden Sr. Carlos, lo atenderemos a la brevedad. Gracias.
Con mi compañero de turno algunas noches aprovechábamos para dormitar un rato, así que yo me dispuse a llevar el pedido en un azafate sin mayor inconveniente, además a las 03:00am en que recibí esa llamada era poco probable que alguna otra  entrase. Le avisé a mi compañero que salía a hacer un pedido para que esté alerta de alguna llamada y salí a la habitación 906.
Cuando llegué a la habitación el pasajero Carlos Torres salía de la ducha, y solo tenía una bata de baño encima, físicamente un tipo grueso, de 1.70cms, ósea un poco más alto que yo, trigueño, ya bordeaba sus 40 años, brazos gruesos, piernas algo trigueñas y peludas, una ligero bigote adornaba su rostro de bajo de una nariz ancha, de tés trigueña, de alguna manera me pareció a un típico hombre mexicano, pero bien cuidado y bastante varonil,   no era feo  el “tío” , desde el primer momento que lo vi, debo de reconocer que me gustó mucho, me impresionó verlo en bata, de reojo intenté verle en la entrepierna, quería ver su pene, o quizás “ganarme” con algún testículo, pero no podía descuidar mi trabajo, así que tuve que pese a todo mi comportamiento debía de ser el de un  profesional waiter , ósea un mozo profesional.
Buenas Noches Sr. Carlos, ¿cómo le va? –le pregunté---
Buenas noches Enrique me respondió, sabía mi nombre porque lo llevaba puesto en la solapa de mi chaqueta blanca.
-----Bien! Recién llegando de un largo viaje, y disponiéndome a comer algo y luego descansar, como te va a ti?...
..Bien gracias. (Me llamaba la atención su dejo mexicano, se le notaba tierno y educado  pero a la vez con una apariencia ruda)
Me contaba que más tarde tenía como planes viajar  a Trujillo, quería visitar la ciudad Moche, y que ya antes había hecho lo mismo con Cuzco , era un amante del turismo aparte de dar muchas felicitaciones por vivir en Perú, que teníamos un pasado hermoso y con una amplísima historia.
Aunque sabía que mi tiempo era corto y que tenía que regresar muy rápido a mi lugar de trabajo, no habré estado menos de 1 cuarto de hora charlando, mientras le acomodaba el servicio pedido. En esos minutos noté una mirada muy interesante en él. Me pregunto también si tenía esposa e hijos a los que le respondí que no, que así estaba bien.
---¿Pero tendrás Noviecita?---- Me replicó.
MMM,…NO!.. No la tengo, por el momento al menos. Era obvio que esas preguntas solo podrían proceder de un tipo gay, capté el mensaje inmediatamente, y le dije que se le veía muy bien, que si ¿quizás iba al gimnasio?.. –me dijo que si, que en su actividad laboral la imagen es muy importante, que se cuidaba mucho. Se abrió la bata y mostrándose desnudo me dijo: “Mira ¿qué te parece?..¿Cómo me vez?.
Yo fascinado y excitado, le dije que me gustaba mucho su cuerpo, que lo veía me resultaba muy bueno, y que era un tipo muy atractivo, era obvio que ambos nos dimos cuenta que era lo que nos gustaba, Carlos con más experiencia, me sedujo inmediatamente.
Ah sí!..¿Crees que estoy en buen estado físico entonces?,. Pero mira tengo mi pancita, cogiese su barriguita con una mano, mientras con la otra me seguía mostrando parte de su cuerpo, veía su pene considero con algún grado de erección, era grueso, tenía el glande ligeramente descubierto, rosadito, sus vellos púbicos cortos, acomodaditos, una larga y brumosa raya de pelos que salía de su pubis hacía su ombligo, que completaba diría yo el rombo que muchos hombres tenemos en el bajo vientre. Vellos muy sexys diría yo.
..Pero tú también estas bien Enrique, ---ah muchas gracias. Le dije----
Me agradas, te vez bien  “CHIDO”…
--- ¿qué es eso le pregunté?, me dijo que era una expresión mexicana que significaba que algo estaba “bien”, estaba “bello”.
…Te puedo dar un beso Enriquito?--- me gustas mucho.
Yo nervioso y viendo de ratos mi reloj, sabiendo que me estaba demorando mucho y que no podría justificar tanto tiempo en una habitación. Le respondí inmediatamente:
Bu,..bu..bueno, pe, pe, pero, estoy trabajando Sr. Carlos, tengo que retornar a mi sitio.
Jajajajaja… llámame Carlos no más Enrique, sin tanta formalidad, sé que te tienes que ir….
Solo te pido un beso.. En ese instante se acercó hacía mí, me tomo de los hombros y nos dimos un beso apasionado, mientras pegaba su cuerpo desnudo al mío. Yo lo cogí por los hombros inmediatamente lo abracé lo abracé muy fuerte hasta que sonó mi radio que llevaba enganchado a la cintura. Ti—Ti---“Enrique, donde estás?”, ---me puse en sobresalto, me separé de brevemente, y respondí la radio. “Copiado Allan, Copiado, ..Bajo ahora”..  Ti – Ti--“rápido, hay servicio para llevar”…”Copiado Allan”.
Lo siento Carlos me tengo que ir.. Hablamos más rato si deseas?,
Oks, No te preocupes, te entiendo  yo pediré algo en unas horas, si espero que me lo traigas.
Sí claro, si esta en mis posibilidades, lo haré. Te veo luego, Bye.
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Cómo quedamos llamó más tarde, casi a las 07:00am, minutos antes de que termine mi turno, y aunque algo cansado esta vez tuve mucho más tiempo para poder conocerlo, apenas llegué a su cuarto con su pedido de nuevamente de un jugo de naranja.
Ya él desnudo, se me acercó, me quito la ropa lo más rápido posible,  fue la primera vez que chupé un pene con sabor a plátano y a Coca – cola, que eran del sabor que tenía los condones que Carlos tuvo y que sacó de sus maletas. Su pene era como me lo imaginé, grande, grueso, coloradito en el glande y algo oscuro en el tronco, unos testículos duros, redonditos, todo su cuerpo olía a una deliciosa fragancia, besaba apasionadamente y con sus fuertes brazos me cogía con mucha fuerza, me estrujaba mi espalda, incluso me sacó conejos de esos abrazos fuertes con los que me tomaba a la altura del tronco, era como si estuviéramos jugando lucha libre.
Me  dominaba  con la fuerza bruta, me gustaba mucho eso, incluso solía hacer sonar como una especie de “Grrrrr”. Ya desnudos, me besó el culo de una manera descarnada, me estimulaba con  su lengua mientras me tenía echado boca abajo encima de la cama con la cadera ligeramente quebrada hacia arriba, luego me daba de nalgadas, y me decía que yo tenía unas ricas piernas, me pasaba sus manos grandes y deliciosamente suaves por mis muslos, mi espalda,…. me cogía mi cuello con sus 2 manos colocando su pene duro en mi ano  que sin necesidad de entrar empujaba de a pocos mi esfínter. Solo esperaba y jugaba, escupía en mi culo para que haya una buena lubricación.
Carlos era un tipo bien apasionado, varonil, macho en la cama, y quería cogerse otro macho, la escena era deliciosa y yo me sentía en mi gloria. En eso sacó un pote de lubricante se lo untó en el pene y dentro de mi ano que lo estímulo deliciosamente con 2 dedos deslizándolos muy suavemente  y de manera circular como haciendo espacio…..vaya que si sabía lo que hacía,. ….quizás podría decir que sentía hasta las yemas de sus dedos de lo suave que eran, sus manos bien cuidadas, es quizás de los pocos dedos en manicure que me han penetrado. Su embestida fue genial, no sentí ni siquiera cuando me penetró por primera vez, me había dilatado – excitado de la mejor manera, luego sin dejar de estar unidos por su miembro me cogió con tal confianza y destreza que pasé de la pose “del perrito” a la pose de “patas al hombro”, y me penetró con fuerza, cerrando esos ojos café, haciéndome sudar de la faena.
Nos vinimos casi al mismo tiempo, por suerte cuando lo veía, sentí que ya estaba a punto de eyacular, y solo terminé de estimularme a mí mismo para poder llegar en el mismo momento, no es algo fácil que se consigue y menos con alguien que recién conoces, pero el momento estuvo perfecto.
Si bien era cierto que ya había terminado mi turno, pero como personal del hotel y en uniforme no podía darme el lujo de caminar por las instalaciones con mi uniforme sin que pudiera ser amonestado. Me despedí de Carlos, no sin antes habiendo descansado del sexo rico e intenso que tuvimos, y habiéndonos expresado un gusto intenso por ambos con caricias y besos suaves. Diciéndonos cosas bonitas el uno al otro, es curioso, pero algunas veces la química con personas que recién conoces es tal, que parece que los conoces desde siempre.
Yo retorné a mi casa, y él se quedó hasta que partió ese mismo día hacia el norte del país, quedamos que cuando retornase en unos 02 días le gustaría que vayamos por ahí, que salgamos al cine, a comer algo, y desde luego tener sexo.
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Aquella tarde salimos a caminar por el malecón de Miraflores, tomamos lonche  en el CAFÉ CAFÉ, salimos al cine, fue una tarde de una bonita compañía, y hacia el final nos escondimos en el sauna PARDOS, que a la sazón era el sauna gay closet Miraflorino, era un sauna donde pasaban muchas cosas, y se sabían de las historias donde famosos de la tv y la política iban y se soltaban algunas veces en amaneramientos y en ocasiones en una que otra orgía discreta que acontecía en la cámara de vapor más pequeña casi al final de sus enormes instalaciones. Incluso la dirección figuraba en algunas revistas turísticas gay y que con el tiempo se conocerían como Lugar “gay-friendly”, Políticos que hoy nadie sospecharía de su homosexualidad, artistas de tv. Famosos, incluso alguno que otro extranjero que arribaba a ese lugar con la clara idea de hacer cosillas sexuales con las personas que lo frecuentaban.
Yo habré ido algunas veces, siempre con éxito, chicos pituquitos de buen cuerpo, bronceados, tablistas, jóvenes adolescentes bien formados desfilaban por sus instalaciones, así como “tíos” empresarios, Lima en aquel entonces era otra ciudad. Creo que la reserva y la discreción le daban un aire mucho más erótico al desenfreno homosexual en lima.
Carlos y yo tuvimos un encuentro intenso, tal es así que casi termino ahogado entre el vapor que funcionaba bien y  que era limpiado  permanentemente con hierbas buenas y nuevas. Fue un encuentro que no podía ser de otra manera, intenso, duro, salvaje, felizmente en los escasos minutos que estuvimos allí, nadie entró a la cámara, era de las pocas veces que he sentido esa emoción de tener sexo  y lindar con el peligro de que te encuentren en plena penetración. Emociones que dudaría mucho el día de hoy practicar. Luego a la piscina a observar los cuerpos ricos que había aquella vez, desnudos sentados con miradas traviesas entre uno y otro que pasara por ahí. La noche fue perfecta.
Caminamos hasta el hotel ya saliendo de la sauna hacía las 10 de la noche, yo extasiado, emocionado y exhausto por los “polvos” y los vapores de la sauna me disponía a entrar a mi turno laboral y él a su habitación. Me dijo que saldría con sus compañeros de la tripulación del avión del American Air Lines a las 03: 00am, y le apenaba no volver a verme, que quizás era probable que regresara la próxima semana y que “esta vez le encantaría pasar más tiempo conmigo”, que lo espere.
---Claro que sí Carlos Torres, lo esperaré le dije, en un tono más suave y educado.
Gesto que le causo gracia, --------Dios!.. Si hasta para reír era demasiado macho!!---- pensé.
El entró por la puerta principal y yo por la puerta del costado, que era una cochera subterránea que se dirigía hasta los casilleros del personal.
Antes de eso  le dije que apenas me desocupe le llamaría por el anexo  a la habitación para despedirme. Asentó con la cabeza  y me cogió el cabello con sus dedos muy suavemente, Nos vemos Enrique. Chao Carlos.
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Para cuando lo llamé antes de las 03:00am ya habían partido, resulta que su vuelo se adelantó  y todos salieron a la 01: 00am. Sin despedirme  luego solo  me quedó esperar verlo en la lista de tripulantes de la empresa americana, siempre la leía en las semanas, los meses, que vinieron.  Yo salí de trabajar de ahí al año siguiente .. y nunca más  volví a saber de él.  Lo busqué en el reporte de tripulantes todos los días que pude, siempre con ahínco, quizás con pena.
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Un día me encontraba en mi cama viendo  un documental del discovery channel acerca de los aviones y la tragedia de las torres gemelas, y vi  una entrevista de  una señora  que daba su testimonio como hermana de una de las víctimas y  que hablaba en español.
Era entrevistada mostrando la foto de un tripulante de uno de los vuelos que chocaron con las torres. Mientras lloraba sostenía la foto del que decía era su hermano,  y en las letras chicas debajo de la pantalla se leía:
 CARLOS TORRES MEXICAN CREW DIED IN THE FLIGHT OF AMERICAN AIR LINES 11”
(CARLOS TORRES, TRIPULANTE MEXICANO FALLECIDO EN EL VUELO 11 DE AMERICAN AIR LINES)
Carlos Torres sería una más  de mis tantas buenas y ricas anécdotas sexuales que tuve en aquel Hotel donde trabajé.
Ya era el año 2005,  Habían pasado ya una buena cantidad de años, Cuando volví a ver el documental que lo repitieron de amanecida, vi al tipo de la foto, y aunque nunca podré estar seguro si era mi amigo mexicano Carlos T.   Aquella foto no habían bigotes, después de eso, sí había  un gran parecido físico.
Recordé que cuando caminábamos saliendo del sauna Pardo´s hacia el hotel donde yo iría a trabajar y él a hospedarse, me dijo muchas cosas, me agradeció lo bien que la había pasado, lo solo que sentía y que si me gustaría ir a México, que vivía solo, y que allá  me podría ubicar en un trabajo y mandarle dinero a mi familia. Le comenté que no necesitaba prometerme cosas para tenerme a su lado, le dije:
---- Que su presencia me había impactado mucho, y que la distancia era cruel, pero si él hubiera sido peruano y viviera aquí, no lo pensaría 2 veces para juntarme más.----
 Yo le dije que la propuesta me halagaba y me gustaba  mucho. Le prometí que lo pensaría, y que cuando regrese a Perú, le respondería.

Nunca le respondí.





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