AMERICAN
AIR LINES , EL 9/11…. Y DOS ALMAS
GEMELAS.
Era
el año de 1996, yo me encontraba trabajando
de mozo en un Hotel 5 estrellas en Miraflores, trabajamos en horarios
rotativos y cambiábamos a cada mes a veces de 07:00 am a 3:30pm, otras de 3:00pm
a 11:30pm u otras veces de amanecida, que iban desde las 11pm hasta las 07:00
am del día siguiente.
Ese
mes recuerdo que me tocaba trabajar de amanecida, Un compañero y yo nos
encargábamos de avanzar el trabajo para el personal del turno siguiente, no era
un trabajo excesivo, pero era una forma de mantenernos despiertos afín de pasar
la noche y la madrugada apenas con la bulla de la cocina que se encontraba con
poco personal y en limpieza y avance de
sus rutinas, o quizás alistando las
cosas a prepararse hacia el día siguiente para los desayunos, almuerzos, cenas
o quizás eventos importantes que suscitaban como bufetes ricos y abundantes.
Nuestra
labor era atender la central telefónica para los pasajeros o huéspedes que
recién llegaban al hotel y por la diferencia de horarios aun no sentían la
noche o la madrugada, y eso era hasta que se aclimate su reloj biológico al
horario del Perú.
Teníamos
como clientes fijos a la tripulación de la Aerolínea Aérea AMERICAN AIR
LINES, su tripulación llegaba a nuestro
país y hasta que vuelvan a salir de nuevo quizás solía pasar unas 24 horas,
tiempo que aprovechaban ellos para poder dormir normalmente durante el día. A
ese grupo de pasajeros se les habilitaba un piso completo, ya que la idea era
que no tuvieran el menor ruido posible mientras ellos dormitaban durante el
día.
Cierto
día atendí una llamada en nuestro cuartito pequeño de recepción de llamadas de
lo que era el ROOM SERVICE, era ahí
donde se tomaban las ordenes e inmediatamente la preparábamos. Yo podía
ver por el computador como se llamaba el pasajero, y en que habitación se
encontraba además de otros datos como la empresa a la que representaba, tiempo
de llegada (Check In) o el de salida (Check Out), etc.
Una voz fuerte y varonil me dijo:
Buenos días: Solicito
un Sándwich doble, jugo de papaya con naranja, café americano descafeinado para
la habitación 906...por favor.
--Yo le respondí---: Buenos
días Sr. Carlos Torres, ¿algo más que se le ofrezca?
--- No, eso es todo--- Enseguida marcho su orden Sr. Carlos,
lo atenderemos a la brevedad. Gracias.
Con mi compañero de
turno algunas noches aprovechábamos para dormitar un rato, así que yo me
dispuse a llevar el pedido en un azafate sin mayor inconveniente, además a las
03:00am en que recibí esa llamada era poco probable que alguna otra entrase. Le avisé a mi compañero que salía a
hacer un pedido para que esté alerta de alguna llamada y salí a la habitación
906.
Cuando llegué a la
habitación el pasajero Carlos Torres salía de la ducha, y solo tenía una bata
de baño encima, físicamente un tipo grueso, de 1.70cms, ósea un poco más alto
que yo, trigueño, ya bordeaba sus 40 años, brazos gruesos, piernas algo
trigueñas y peludas, una ligero bigote adornaba su rostro de bajo de una nariz
ancha, de tés trigueña, de alguna manera me pareció a un típico hombre
mexicano, pero bien cuidado y bastante varonil, no era feo
el “tío” , desde el primer momento que lo vi, debo de reconocer que me
gustó mucho, me impresionó verlo en bata, de reojo intenté verle en la entrepierna,
quería ver su pene, o quizás “ganarme” con algún testículo, pero no podía
descuidar mi trabajo, así que tuve que pese a todo mi comportamiento debía de
ser el de un profesional waiter ,
ósea un mozo profesional.
Buenas Noches Sr.
Carlos, ¿cómo le va? –le pregunté---
Buenas noches Enrique
me respondió, sabía mi nombre porque lo llevaba puesto en la solapa de mi
chaqueta blanca.
-----Bien! Recién
llegando de un largo viaje, y disponiéndome a comer algo y luego descansar,
como te va a ti?...
..Bien gracias. (Me
llamaba la atención su dejo mexicano, se le notaba tierno y educado pero a la vez con una apariencia ruda)
Me contaba que más
tarde tenía como planes viajar a
Trujillo, quería visitar la ciudad Moche, y que ya antes había hecho lo mismo
con Cuzco , era un amante del turismo aparte de dar muchas felicitaciones por
vivir en Perú, que teníamos un pasado hermoso y con una amplísima historia.
Aunque sabía que mi
tiempo era corto y que tenía que regresar muy rápido a mi lugar de trabajo, no
habré estado menos de 1 cuarto de hora charlando, mientras le acomodaba el
servicio pedido. En esos minutos noté una mirada muy interesante en él. Me
pregunto también si tenía esposa e hijos a los que le respondí que no, que así
estaba bien.
---¿Pero tendrás
Noviecita?---- Me replicó.
MMM,…NO!.. No la
tengo, por el momento al menos. Era obvio que esas preguntas solo podrían
proceder de un tipo gay, capté el mensaje inmediatamente, y le dije que se le
veía muy bien, que si ¿quizás iba al gimnasio?.. –me dijo que si, que en su
actividad laboral la imagen es muy importante, que se cuidaba mucho. Se abrió
la bata y mostrándose desnudo me dijo: “Mira ¿qué te parece?..¿Cómo me vez?.
Yo fascinado y
excitado, le dije que me gustaba mucho su cuerpo, que lo veía me resultaba muy
bueno, y que era un tipo muy atractivo, era obvio que ambos nos dimos cuenta
que era lo que nos gustaba, Carlos con más experiencia, me sedujo
inmediatamente.
Ah sí!..¿Crees que
estoy en buen estado físico entonces?,. Pero mira tengo mi pancita, cogiese su
barriguita con una mano, mientras con la otra me seguía mostrando parte de su
cuerpo, veía su pene considero con algún grado de erección, era grueso, tenía
el glande ligeramente descubierto, rosadito, sus vellos púbicos cortos,
acomodaditos, una larga y brumosa raya de pelos que salía de su pubis hacía su
ombligo, que completaba diría yo el rombo que muchos hombres tenemos en el bajo
vientre. Vellos muy sexys diría yo.
..Pero tú también
estas bien Enrique, ---ah muchas gracias. Le dije----
Me agradas, te vez
bien “CHIDO”…
--- ¿qué es eso le
pregunté?, me dijo que era una expresión mexicana que significaba que algo
estaba “bien”, estaba “bello”.
…Te puedo dar un beso
Enriquito?--- me gustas mucho.
Yo nervioso y viendo
de ratos mi reloj, sabiendo que me estaba demorando mucho y que no podría
justificar tanto tiempo en una habitación. Le respondí inmediatamente:
Bu,..bu..bueno, pe,
pe, pero, estoy trabajando Sr. Carlos, tengo que retornar a mi sitio.
Jajajajaja… llámame
Carlos no más Enrique, sin tanta formalidad, sé que te tienes que ir….
Solo te pido un
beso.. En ese instante se acercó hacía mí, me tomo de los hombros y nos dimos
un beso apasionado, mientras pegaba su cuerpo desnudo al mío. Yo lo cogí por
los hombros inmediatamente lo abracé lo abracé muy fuerte hasta que sonó mi
radio que llevaba enganchado a la cintura.
Ti—Ti---“Enrique, donde estás?”, ---me
puse en sobresalto, me separé de brevemente, y respondí la radio. “Copiado
Allan, Copiado, ..Bajo ahora”.. Ti –
Ti--“rápido, hay servicio para llevar”…”Copiado Allan”.
Lo siento Carlos me
tengo que ir.. Hablamos más rato si deseas?,
Oks, No te preocupes,
te entiendo yo pediré algo en unas
horas, si espero que me lo traigas.
Sí claro, si esta en
mis posibilidades, lo haré. Te veo luego, Bye.
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Cómo quedamos llamó
más tarde, casi a las 07:00am, minutos antes de que termine mi turno, y aunque
algo cansado esta vez tuve mucho más tiempo para poder conocerlo, apenas llegué
a su cuarto con su pedido de nuevamente de un jugo de naranja.
Ya él desnudo, se me
acercó, me quito la ropa lo más rápido posible, fue la primera vez que chupé un pene con sabor
a plátano y a Coca – cola, que eran del sabor que tenía los condones que Carlos
tuvo y que sacó de sus maletas. Su pene era como me lo imaginé, grande, grueso,
coloradito en el glande y algo oscuro en el tronco, unos testículos duros,
redonditos, todo su cuerpo olía a una deliciosa fragancia, besaba
apasionadamente y con sus fuertes brazos me cogía con mucha fuerza, me estrujaba
mi espalda, incluso me sacó conejos de esos abrazos fuertes con los que me
tomaba a la altura del tronco, era como si estuviéramos jugando lucha libre.
Me dominaba
con la fuerza bruta, me gustaba mucho eso, incluso solía hacer sonar
como una especie de “Grrrrr”. Ya desnudos, me besó el culo de una manera
descarnada, me estimulaba con su lengua
mientras me tenía echado boca abajo encima de la cama con la cadera ligeramente
quebrada hacia arriba, luego me daba de nalgadas, y me decía que yo tenía unas ricas piernas, me pasaba
sus manos grandes y deliciosamente suaves por mis muslos, mi espalda,…. me
cogía mi cuello con sus 2 manos colocando su pene duro en mi ano que sin necesidad de entrar empujaba de a
pocos mi esfínter. Solo esperaba y jugaba, escupía en mi culo para que haya una
buena lubricación.
Carlos era un tipo
bien apasionado, varonil, macho en la cama, y quería cogerse otro macho, la
escena era deliciosa y yo me sentía en mi gloria. En eso sacó un pote de
lubricante se lo untó en el pene y dentro de mi ano que lo estímulo
deliciosamente con 2 dedos deslizándolos muy suavemente y de manera circular como haciendo espacio…..vaya
que si sabía lo que hacía,. ….quizás podría decir que sentía hasta las yemas de
sus dedos de lo suave que eran, sus manos bien cuidadas, es quizás de los pocos
dedos en manicure que me han penetrado. Su embestida fue genial, no sentí ni
siquiera cuando me penetró por primera vez, me había dilatado – excitado de la
mejor manera, luego sin dejar de estar unidos por su miembro me cogió con tal
confianza y destreza que pasé de la pose “del perrito” a la pose de “patas al
hombro”, y me penetró con fuerza, cerrando esos ojos café, haciéndome sudar de
la faena.
Nos vinimos casi al
mismo tiempo, por suerte cuando lo veía, sentí que ya estaba a punto de
eyacular, y solo terminé de estimularme a mí mismo para poder llegar en el
mismo momento, no es algo fácil que se consigue y menos con alguien que recién
conoces, pero el momento estuvo perfecto.
Si bien era cierto
que ya había terminado mi turno, pero como personal del hotel y en uniforme no
podía darme el lujo de caminar por las instalaciones con mi uniforme sin que
pudiera ser amonestado. Me despedí de Carlos, no sin antes habiendo descansado
del sexo rico e intenso que tuvimos, y habiéndonos expresado un gusto intenso
por ambos con caricias y besos suaves. Diciéndonos cosas bonitas el uno al
otro, es curioso, pero algunas veces la química con personas que recién conoces
es tal, que parece que los conoces desde siempre.
Yo retorné a mi casa,
y él se quedó hasta que partió ese mismo día hacia el norte del país, quedamos
que cuando retornase en unos 02 días le gustaría que vayamos por ahí, que
salgamos al cine, a comer algo, y desde luego tener sexo.
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Aquella tarde salimos
a caminar por el malecón de Miraflores, tomamos lonche en el CAFÉ CAFÉ, salimos al cine, fue una
tarde de una bonita compañía, y hacia el final nos escondimos en el sauna
PARDOS, que a la sazón era el sauna gay closet Miraflorino, era un sauna donde
pasaban muchas cosas, y se sabían de las historias donde famosos de la tv y la
política iban y se soltaban algunas veces en amaneramientos y en ocasiones en
una que otra orgía discreta que acontecía en la cámara de vapor más pequeña
casi al final de sus enormes instalaciones. Incluso la dirección figuraba en
algunas revistas turísticas gay y que con el tiempo se conocerían como Lugar
“gay-friendly”, Políticos que hoy nadie sospecharía de su homosexualidad,
artistas de tv. Famosos, incluso alguno que otro extranjero que arribaba a ese
lugar con la clara idea de hacer cosillas sexuales con las personas que lo
frecuentaban.
Yo habré ido algunas
veces, siempre con éxito, chicos pituquitos de buen cuerpo, bronceados,
tablistas, jóvenes adolescentes bien formados desfilaban por sus instalaciones,
así como “tíos” empresarios, Lima en aquel entonces era otra ciudad. Creo que
la reserva y la discreción le daban un aire mucho más erótico al desenfreno
homosexual en lima.
Carlos y yo tuvimos
un encuentro intenso, tal es así que casi termino ahogado entre el vapor que
funcionaba bien y que era limpiado permanentemente con hierbas buenas y nuevas.
Fue un encuentro que no podía ser de otra manera, intenso, duro, salvaje,
felizmente en los escasos minutos que estuvimos allí, nadie entró a la cámara,
era de las pocas veces que he sentido esa emoción de tener sexo y lindar con el peligro de que te encuentren
en plena penetración. Emociones que dudaría mucho el día de hoy practicar.
Luego a la piscina a observar los cuerpos ricos que había aquella vez, desnudos
sentados con miradas traviesas entre uno y otro que pasara por ahí. La noche
fue perfecta.
Caminamos hasta el
hotel ya saliendo de la sauna hacía las 10 de la noche, yo extasiado,
emocionado y exhausto por los “polvos” y los vapores de la sauna me disponía a
entrar a mi turno laboral y él a su habitación. Me dijo que saldría con sus
compañeros de la tripulación del avión del American Air Lines a las 03: 00am, y
le apenaba no volver a verme, que quizás era probable que regresara la próxima
semana y que “esta vez le encantaría pasar más tiempo conmigo”, que lo espere.
---Claro que sí
Carlos Torres, lo esperaré le dije, en un tono más suave y educado.
Gesto que le causo
gracia, --------Dios!.. Si hasta para reír era demasiado macho!!---- pensé.
El entró por la
puerta principal y yo por la puerta del costado, que era una cochera
subterránea que se dirigía hasta los casilleros del personal.
Antes de eso le dije que apenas me desocupe le llamaría
por el anexo a la habitación para
despedirme. Asentó con la cabeza y me
cogió el cabello con sus dedos muy suavemente, Nos vemos Enrique. Chao Carlos.
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Para cuando lo llamé
antes de las 03:00am ya habían partido, resulta que su vuelo se adelantó y todos salieron a la 01: 00am. Sin
despedirme luego solo me quedó esperar verlo en la lista de
tripulantes de la empresa americana, siempre la leía en las semanas, los meses,
que vinieron. Yo salí de trabajar de ahí
al año siguiente .. y nunca más volví a
saber de él. Lo busqué en el reporte de
tripulantes todos los días que pude, siempre con ahínco, quizás con pena.
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Un día me encontraba
en mi cama viendo un documental del
discovery channel acerca de los aviones y la tragedia de las torres gemelas, y
vi una entrevista de una señora que daba su testimonio como hermana de una de
las víctimas y que hablaba en español.
Era entrevistada
mostrando la foto de un tripulante de uno de los vuelos que chocaron con las
torres. Mientras lloraba sostenía la foto del que decía era su hermano, y en las letras chicas debajo de la pantalla
se leía:
“CARLOS TORRES MEXICAN CREW DIED IN THE FLIGHT OF AMERICAN AIR LINES
11”
(CARLOS TORRES, TRIPULANTE MEXICANO
FALLECIDO EN EL VUELO 11 DE AMERICAN AIR LINES)
Carlos Torres sería una más de mis tantas buenas y ricas anécdotas sexuales
que tuve en aquel Hotel donde trabajé.
Ya era el año 2005, Habían pasado ya una buena cantidad de años,
Cuando volví a ver el documental que lo repitieron de amanecida, vi al tipo de
la foto, y aunque nunca podré estar seguro si era mi amigo mexicano Carlos T. Aquella
foto no habían bigotes, después de eso, sí había un gran parecido físico.
Recordé que cuando caminábamos
saliendo del sauna Pardo´s hacia el hotel donde yo iría a trabajar y él a
hospedarse, me dijo muchas cosas, me agradeció lo bien que la había pasado, lo
solo que sentía y que si me gustaría ir a México, que vivía solo, y que
allá me podría ubicar en un trabajo y
mandarle dinero a mi familia. Le comenté que no necesitaba prometerme cosas
para tenerme a su lado, le dije:
---- Que su presencia me había
impactado mucho, y que la distancia era cruel, pero si él hubiera sido peruano
y viviera aquí, no lo pensaría 2 veces
para juntarme más.----
Yo le dije que la propuesta me halagaba y me
gustaba mucho. Le prometí que lo
pensaría, y que cuando regrese a Perú, le respondería.
Nunca le respondí.
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