EL PECADO DE
LA GULA
El día de
ayer ya en la noche había quedado con Oscar , un lindo hombre de 30 años,
profesional y natural de la selva para
vernos por segunda vez en el cuarto que alquila en el mismo distrito.
La primera
vez fue un domingo en la mañana que quedamos para “meternos un mañanero” y vaya
que superó mis expectativas. Trigueño como me gustan, no tan agraciado de
rostro pero tampoco un “malcriado de cacharro”.
Recuerdo esa
primera vez nítidamente hace unas 2 semanas previas a nuestro segundo
encuentro, ambos estábamos nerviosos, él mediría sus 1.70 delgado ya que le
encanta la danza, un don que lo hace mucho más atractivo aún, poseedor de un
carácter simple, alegre, bromista, abierto y jovial. Es agradable charlar con él, no sabes cuándo
bromea o cuando habla en serio. Tiene el temperamento y el carácter que ya
quisiera tener, siendo yo un tipo renegón, directo, y de ocasiones de bromas
ácidas.
Velludo de
piernas, algo gruesas pero no musculosas me imagino que por su enorme afición
al baile, él tiene otro trabajo mucho más seguro y serio producto de su profesión,
pero el baile es algo que lo apasiona, me contó que baila todo el día en su
oficina, escucha esas danzas folklóricas peruanas, latinoamericanas, además participa
en un grupo de danza donde es uno de los
mejores y desarrolla su pasión por el arte, la música y el baile.
Es lindo ver
a una persona que hace lo que le apasiona, que lucha por sus sueños, que ama y
desarrolla con tanta vehemencia sus dotes.
Me gusta
mucho Oscar, y después de hacer el amor con él, me gusta aún mucho más, dicen que los habitantes de la selva son bien
calientes, ¿si es así?.. Yo suscribo la
moción.
Con Oscar
puedo decir que he tenido uno de los más candentes y contundentes momentos
sexuales en mi vida. Y vaya que YO soy algo experimentado.
Comenzamos
con lo que todo el mundo empieza besos, abrazos caricias aquella vez, siempre y con algunas personas existe
cierta tensión la primera vez, pero Oscar sabe lo que hace, y todo lo hace con
calma, cuando nos desnudamos poseía un pene de unos 18cm, pero lo más aterrador
fue su grosor, bastante grueso y sobretodo duro además de delicioso, estético,
pocos vellos púbicos, eso es otro punto de él cuida mucho su aspecto personal.
Chuparle le pene
me resultaba una delicia, lamerle las bolas, meterlas en mi boca y jugar con
ellas, me sentí excitado todo el tiempo, juguetear con sus tetillas, pude percibir
que sentía mucho placer ahí, lamerle suavemente con la punta de la lengua su
cuello.
Pero Oscar
no se quedaba atrás, por ratos él tomaba rienda de la situación. Él echado y yo sobre él viéndonos las caras, cogía mis
pechitos abultados por lo gordito que soy y los chupaba suavemente…solo con la
punta de su lengua larga, oh vaya que si eso me llevaba al éxtasis, su lengua
era una máquina de placer, solo la punta rodeaba muy pero muy suavemente mis
pezones mientras cogía como si fueran un par de bolsas mis pechos regordetes que
por mi posición de estar sentado sobre él e inclinado mirándonos frente a
frente se le hacían más fácil, me sentía caliente, era una ligera corriente que
corría por todo mi cuerpo, Oscar juntaba , presionaba, jugaba, las golpeaba
suavemente, desde mi ángulo de visión se le veía tierno chupándomelas, como
cuando vez mamar a un niño las tetas de su madre.
Luego nos juntábamos,
lamía mi cuello, nos besábamos, yo intentaba lamer y morder sus orejas muy suavemente, gesto que
a veces no conseguía porqué él me levantaba un poco más para nuevamente
centrarse en mis pechitos, y yo mientras tanto ensalivaba su pene, la punta de
su pene para que éste juegue en las
afueras de mi esfínter anal y por toda la “raja” de mi culo. Aprovechaba estos
movimientos para mover mi trasero de
arriba abajo y así jugar con su
amiguito, solo jugar, sin la necesidad de que entre aún , por ratos Oscar cogía
mi “nalga menta” la movía con frenesí como movimientos algo rápidos
y toscos de arriba hacia abajo
para luego mandarle sus buenos lapos que
sonaban “plap, plap”. El juego erótico era intenso.
Me ordenó a
bajar de él, y me dijo que me eche boca abajo, cosa que hice inmediatamente,
siempre cogiéndole su miembro duro y grande, debo de reconocer que temía que
llegue la hora de la penetración, a veces me pone tenso y nervioso cuando veo
un miembro grande, soy algo estrecho y he tenido algunas experiencias algo
dolorosas que me ponen en alerta de tener cuidado.
Su cuarto
acogedor, un cuarto donde tenía un camarote y él dormía en la parte de abajo y
arriba estaba lleno de cajas y cosas personales, eso dificultaba un poco él
empinarse del todo en la cama, teníamos que estar algo agachados, pero no
importa, aunque recuerdo que al acomodarme me golpeé dos veces la cabeza levemente,
pero todo ese esfuerzo valió la pena.
Comenzó a
lamerme el culo muy suavemente, ahora entiendo por qué se sentía bien rico, era
su lengua larga la que hacía ese “beso negro” muy sensitivo para mí. Luego
pasaba su lengua por mi espalda cual boca haciendo algunas pequeñas y delicadas
mordidas en mi piel. Yo estaba muy excitado y echado quebraba el culo para
sentir su cuerpo, sentir su pene.
Llego el
momento de la penetración, como siempre le hago las recomendaciones a mis
amantes: “Por favor despacio papi, poco a poco y espera que me dilate unos
segundos, no me lo hagas en primera porqué eso no es una concha”!
Favor que
Oscar atendió con esmero ya que mientras estimulaba mi ano jugando con la punta
de su pene y me besaba con su lengua larga mi cuello metiendo y sacando su
lengua rápidamente de su boca y moviéndola de un lado a otro de manera breve y
certera, yo en el cielo por supuesto.
Empezó la
arremetida, poco a poco el tronco de su falo me invadía, poco a poco, podía sentir
lo duro que era, lo grueso. Dicen que el 90% del sexo está en la mente así que
me mentalizaba para dar lo mejor de mí y poder con la arremetida. Dolía, por un
momento pensé que no podría, pero me mentalicé nuevamente en que quería gozar
esa rica verga “aguaruna”. Y por fin al
cabo de unos 2 o 3 minutos donde Oscar ya con la pinga dentro de mi movía para
adelante y atrás , para adelante y atrás muy suavemente a modo de ir ayudando a mis paredes del colón
a dilatarse. Definitivamente el amante
perfecto, el amante que sabe lo que hace.
Y así
empezamos a movernos como cerdos, yo transpiraba un poco y el echado sobre parte
de mi culo, él tenía las manos
extendidas sobre la cama afín de sostener su tronco encima y darle posibilidad de
movimiento, además sus piernas enredaban las mías para que no pueda escapar de
la embestida. Oscar la metía con fuerza por ratos para que yo sepa quién es el
que manda, esa penetración honda y fuerte la sentía con dolor en el fondo de mí
ser. Y yo me quejaba como macho siempre, me gustará comérmela doblado pero mi
comportamiento siempre es la de un macho en problemas, con gritos en ese
momento agazapados pero como si estuviera cargando mancuernas en el gym.
Como Oscar
vive en una de las tantas habitaciones que arriendan en esa casa debíamos mantener
cierta calma y cierta mesura en el ruido, así que previamente a todo Oscar
encendió su radio y escuchábamos la cumbias de “Corazón Serrano”, bailes caporales
bolivianos,(dicho sea de paso ese folklor le encanta, eso me quedó bien claro),
el ruido de la música estaba a medio volumen para que no escuchen los vecinos,
lo bueno es que su habitación contaba con baño propio y no era tan chica
después de todo.
Mientras me
tenía boca abajo él vira hacía un
costado haciendo que nuestros cuerpos tomen la forma de una cruz, sin dejar de
penetrarme siempre estuvimos unidos por su pene dentro de mí. Y así estuvimos
varios minutos, el moviendo su cadera arriba y abajo, y por algunos momentos de
costado como si quisiera hacer un paso de baile o como cuando mueves con tu
cuchara para endulzar tu taza de café. Su flexibilidad era indiscutible, nunca
durante esos minutos saco su pene.
Decidimos
cambiar de posición, me pregunto: Qué pose te gusta ¿?, Cuál quieres ¿?
----- Papi
por mi cualquiera, tu dime…
Él replicó:
No chancho, tu dime!
----- Yo le
dije patas al hombro ¿?....
Está bien, échate
en la cama nuevamente, (ambos nos habíamos puesto de pie por un momento). Fue mejor
y más dolorosa la embestida, lo curioso era que como estaba echado en un
camarote aproveche para asirme de la viga que sostenía la cama de arriba con
los pies, mi culo se había abierto totalmente y mis piernas solitas estaban
ajustadas sobre la cama de arriba. Yo aproveche para sobresalir y sacar el culo
fuera del nivel del colchón y cogerme el
pene y empezar a masturbarme, mientras él un poco flexionase sus piernas y cogiéndose
también de la viga de la cama superior empezó a penetrarme fuertemente. (En su
mayoría mis eyaculaciones las consigo auto estimulándome, ya que la penetración
que me provoca la eyaculación u orgasmo por sí solo no es muy frecuente en mis
aventuras sexuales).
Su penetración
era más intensa y fuerte, por ratos me daba de nalgadas, yo le decía “sigue mi
amor”, “que rico te siento”, cáchame duro, más.. Más… más, “muévete más concha
tu mare´, “ mierda que rico” “que rico bebé”!
------ Él me
preguntaba: Te gusta chancho ¿?..
------ con
un largo siiiiiiiiiiiiiiiii!!... yo respondía mientras cerraba mis ojos por
largos períodos para sentir la penetración y disfrutarla... Centímetro por
centímetro. Me gustaban los choques de
su cadera en mi culo abierto y totalmente desprotegido. Abría mis ojos y lo
miraba como se movía, me pasaba mi lengua por mis labios como saboreando el
momento, él miraba al cielo y nuevamente por ratos detenía la penetración para
ir de un lado a otro, de un lado a otro, como intentando abrir más y más mi
culo. Que rica sensación por dios!...!!
---- y ya
que hablo de Dios… A veces pienso
cualquier cosa cuando estoy pasándola bien para distraer un poco el
momento y poder durar un poco más, cosa que me causen risa, o me distraigan y
no me estimulen a eyacular pronto. En ese momento pensé... “Sí Dios no hubiera
querido que “culiemos” entre hombres, no
hubiera hecho esto de cachar por el culo tan placentero”. E inmediatamente
volvía a la faena… el momento era tan intenso y rico que no pude más y me vine,
me vine sintiendo no sin antes lo rico de aquellos segundos que dura una
eyaculación. Cuando Oscar veía como me
estaba viniendo empezó a empujarme la verga con más fuerza, con más ganas, yo
hubiera querido que también se venga conmigo, pero es normal que uno tenga falta
de comunicación con alguien que recién conoces.
Sacó la
pinga de mi culo, se sacó el condón y se empezó a masturbar, me dijo:
----- siéntate,
siéntate en la cama!!... yo me senté inmediatamente me cogió de la cabeza como queriendo
darme su leche en la cara, yo respiraba hondamente, el polvo había sido demasiado
bueno, la fuerza de su leche solo me alcanzó los pechitos, quedaron embarrados
de una espesa y blanca mancha de semen. Al rato nos fuimos a bañar y
empezamos a jodernos y reírnos. Yo por supuesto feliz y en mente con las
ganas de meterme al Facebook a contar la noticia. Jejejeje
Aquella
primera vez, aquel domingo fue muy bueno para mí.
Casi dos
semanas después nos encontramos nuevamente yo entusiasmado por un nuevo
encuentro sexual caliente y candente, pero esta vez no iba a permitir que él
termine después que yo, yo debía hacer que él lo hiciera o después y en el mejor
de los casos al mismo tiempo, (esto último se consigue con mucha comunicación y
confianza, rara vez de manera esporádica).
Tuvimos un
inicio similar, ya ahora con mucha más confianza y libertad, hicimos casi lo
mismo de la primera vez al principio, pero después de la pose colgar los pies
sobre el borde de la cama para que sea una especie de “patas al hombro”, decidí
que debía y podía tolerar más, así que le propuse un cambio de pose primero
perrito de pie ya que debajo del camarote no lograríamos estar cómodos, y así
lo hicimos.
De pie hacía
un costado de la cama ambos completamente desnudos, me penetro esta vez con
rapidez y dureza, cosa que no me molestó ya teníamos buen rato hasta ese
momento estar “cachando como cerdos”, al ser él un poco más alto flexionó
ligeramente sus piernas y yo prácticamente bien pasivo, mientras me penetraba
cogía mis tetitas gordas y luego la barriga para de rato en rato cogerme el
pene y la entre pierna, y como quería “derrotarlo” pues tenía que mostrar lo
mejor de mi repertorio, así que decidí moverme así como cuándo él lo hacía por
ratos de costado a modo de baile típico pues yo a “comerme ese grueso, duro y
oscuro pene” y movía mi cadera hacía adelante y hacía atrás algunas veces con
cierta rapidez que mi físico me lo permitiese, como devorándome ese
wasamandrapo, como si fuera el último pene de mi vida. Yo estaba caliente y el
también, por un rato él me daba duro y por otro yo lo hacía por turnos…. Hasta que
me dijo eso que tanto quería escuchar:
----Ahí
viene!
Yo le
repliqué casi inmediatamente:
-----vente
no más papi, vente amor.. ¡!
Y se vino,
por primera vez escuchaba su quejido de eyaculación, yo podía sentir su falo
como latía, y como “Yo lo derrotaba”…. Mi ego y mi super ego se felicitaban con
un fuerte abrazo.
---- Y es
cuando le dije: No lo saques papi, me toca!... procedí a masturbarme aun con “el
muñeco moribundo” dentro de mí, moviéndome e intentando asfixiarlo cerrando con
fuerza mis esfínteres, hasta que tuve mi preciado orgasmo, Ufff…!
Solo puedo
decir que fue delicioso, fue rico, lo
gocé como a pocos. Y él me gozo con mi mejor performance sexual. Espero
repetirlo.
Al rato nos
bañamos, todo era un ambiente jovialidad, de ternura, y risas, mientras veíamos
vídeos folclóricos y de danza, nos besamos apasionadamente, nos besábamos como
niños jugando, un momento realmente dulce tierno y excitante. Lástima que por
el tiempo solo tuvimos un polvo, pero uno de calidad. De ahí nos despedimos.
Ya saliendo
para mi casa, y aunque me hecho la firme promesa de no comer o cenar de noche, afín
de poder bajar de peso, pues pasando por una Av. Y bien alegre me dije a mi
mismo: VOY A ENGREÍRME!! ME LO MEREZCO!
Y vi un restaurant chifa criollo bastante iluminado,
donde al pasar por la puerta un rico plato de chifa que me hizo ojitos y como
vi bastante público decidí que quizás el local valía la pena conocerlo.
Craso
error!.. el arroz chaufa estuvo un asco, ni pedazos de pollo habían, y aunque
mi felicidad era infinita decidí que no debía malograr-me la linda velada con mi charapita Osquitar por un local mediocre y un cocinero que más bien debía
dedicarse a otro oficio en vez de cocinar chifa. Grrrr.. Me tomé mi gaseosa y
me fui contento a mi casa donde dormí como un lindo bebé.
Eso me lleva
a una conclusión religiosa:
“ DEBO
EVITAR EL PECADO DE LA GULA!!!...
SÍ... ES UN PECADO MUY FEO Y DAÑINO.
Es la primera vez q te leo , entrenido tu post :D saludos lo ultimo me hizo reir xD
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